Vivimos en hogares diferentes, con individuos diferentes, con el mismo propósito: crear Familia.
- CIFAC CHIHUAHUA
- Apr 6, 2018
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Hablar de familia implica tener en cuenta una diversidad de conceptos, situaciones, características, tradiciones y mitos; es decir, contemplar la dinámica familiar, en su momento actual y la influencia ejercida por generaciones anteriores que determinan cómo es la manera correcta de ser o no ser de “la familia”. Esta diversidad de familias nos conlleva a grandes preguntas tanto en su integrantes como en sus funciones y ¿Qué si es?, y ¿Qué no? lo que le denominamos familias.
Satir (1980) nos refiere a la familia como un sistema dinámico donde el malestar de uno de los miembros repercute en el bienestar del otro y donde a la vez “ la familia” se comporta como si fuera una unidad. Se habla mucho que la familia es el núcleo de la sociedad sin embargo dejamos a un lado el individualismo y las aportaciones particulares de cada participante, para que una familia se muestre ante la comunidad como sana, se requiere tener individuos sanos que la conformen, si un integrante en su dinámica repercute en el bienestar del otro, este otro impactará a otro integrante, por lo tanto requerimos iniciar hablar desde el individuo y a la vez en su conjunto. El individuo al contemplar su totalidad, nos topamos que pertenece a su vez a otro sistema en este momento le llamaremos familia y a su vez pertenece a otro, que ahora se convierte en un subsistema que forma parte de un sistema mayor y así consecutivamente y que solo puede verse fragmentado para su estudio como lo propone Bertalanffy (1989) en sus conceptos de sistemas. En la vida real todo sucede en conjunto, lo que yo hago repercute en el otro y lo que otro hace en mi también tiene impacto, ahora imagínate que sucede en la familia si yo soy el responsable como adulto de generar bienestar a un ser humano que se está desarrollando como un individuo y no hablo solo de las niñas, niños y adolescentes, estas otras personas involucradas que podría ser mi hermano, hermana, pariente directo o algún otra persona que viva en el mismo techo que yo, por lo cual hablar de familias y tipos de familia existe una gran variedad, aparte de la compuesta por mamá, papá e hijos(as) que hemos denominado tradicional, por lo cual podríamos determinar que el concepto de familia se refiere al conjunto de personas que comparten sus emociones, en un espacio determinado, su economía y hasta un proyecto de vida .La familia es por lo tanto un grupo social que aparece con el hombre y evoluciona de acuerdo a su historia ( Cuervo, 2007).
El comité de derechos humanos de naciones unidas (2003) define el concepto de familia como:
“…familia puede diferir en algunos aspectos de un Estado a otro … éste debe ser objeto de la protección prevista en el art. 23 (del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, que dispone que la familia es “el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y el Estado)...
Podríamos seguir abordando el concepto de familia desde varios autores y perspectivas, en esta ocasión me centraré en dos temas: el individuo en la familia y el funcionamiento familiar en su conjunto. Primeramente dejar claro que el individuo es la clave de la familia, por lo cual como madre o padre es nuestra responsabilidad primeramente analizarnos como estamos aportando a la dinámica diaria de la familia, que parte de nuestra historia personal está abonando a potencializar el desarrollo de nuestros hijos e hijas, o bien los está afectando y deteniendo. Para que un individuo se sienta parte de su familia es indispensable trabajar en el sentido de pertenencia sin perder su parte individual. Reconocer los aciertos de sus conductas de acuerdo a su etapa de desarrollo, guiar para lograr las conductas deseadas, decirle que espera de él o ella y evitar centrarme en sus errores, para enfocarnos en la solución. Es indispensable enseñar a nuestros hijos e hijas a pertenecer a una familia, luego aportar a la comunidad y enseñarles a relacionarse respetando al otro y a la vez a si mismos. Desde la infancia se requiere ir fomentando las relaciones sanas y eso corresponde a los adultos.
Como profesional de la salud, al analizar a las familias de diferentes zonas de la ciudad, con diferentes niveles socioeconómicos y ciclos vitales de la familia, me permite determinar que no es una unidad estática, está en proceso de cambio continuo, lo mismo que sus contextos sociales, por tal motivo mi tarea como psicoterapeuta es detener el tiempo cuando se investiga a la familia como si detuvieras un filme para analizar uno de sus cuadros (Minuchin, 1984), y en ese momento podemos determinar si la familia está funcionando independientemente los integrantes que la conformen, lo que realmente importa es conocer que cada miembro de la familia realice la parte que le corresponde y que la familia funciona de manera armónica. La funcionalidad Familiar se describe como la capacidad del sistema para enfrentar y superar cada una de las etapas del ciclo vital y las crisis por las que atraviesa( Espejel, 1997), y esto se presenta en momentos, etapas vitales de la familia, por un tiempo determinado o alguna situación no prevista, estaríamos hablando por ejemplo de cómo: un padre con problemas de consumo de alcohol, la muerte de un familiar cercano, pérdida de empleo de los adultos que aportan a la casa, un adolescente con conductas desafiantes, una madre extremadamente permisiva con los límites, un padre o madre ausente física y emocionalmente, un infante violento etc. entre otras situaciones. Una familia es potencialmente más funcional, en la medida que exista un equilibrio en el cumplimiento de sus funciones, y a su vez disponga de recursos flexibles para enfrentar los cambios.(González, 2008).
En un sistema saludable sus miembros cambian para ajustarse a las diversas etapas del ciclo de vida familiar (Garza Elizondo, 2015), siendo la negociación una herramienta para establecer las nuevas conductas de relacionarnos y aquí los padres y madres son la pieza importante de este movimiento al legitimar su autoridad y establecer las nuevas normas de convivencia, límites en la dinámica y la manera de comunicarse situaciones existentes en sus relaciones, los padres y madres son el modelo a seguir de sus hijos e hijas por lo cual es requerida su presencia en el proceso de formación equilibrando la disciplina y el amor para hacerlo, me gusta llamarle “la estrategia del caramelo de crianza”, los caramelos son duros sin embargo no dejan de ser dulces en su esencia, lo cual lo padres requieren ser firmes en su disciplina sin usar la violencia, simplemente amorosos, claros y decididos de los límites y reglas. Existen múltiples estrategias para lograr este equilibrio como por ejemplo Ortuño (2012) nos habla de un semáforo inteligente que nos permite identificar que es negociable y que no entre padres e hijos mediante la aplicación de la autoridad empática en el establecimiento de lineamientos familiares.
La familia es el espacio de encuentro y desencuentro social, en donde se tejen redes de relaciones que configuran su estructura, su organización, su funcionamiento y su ideología. (María Hilda Sánchez Jiménez, 2007). La familia es un equipo que juega el partido más importante de su vida que es crear una red de bienestar, vivimos en hogares diferentes, somos individuos diferentes, sin embargo todos buscamos el mismo propósito crear una familia que nos apoye, nos brinde afecto, nos ofrezca límites, sentirnos parte del grupo, me reconozca mis potencialidades, mis debilidades y me impulse a desarrollar mi proyecto de vida, tanto individual como el de familia. Estos conceptos no es el hilo negro de la crianza positiva o parentalidad responsable solo es una conjunción de ideas entrelazadas que buscan mostrar una postura de lo importante que es reconocernos primero como individuos, que formamos parte de una familia y que esa familia forma parte de una comunidad. Nuestra gran familia es la humanidad y formar familia es responsabilidad de todos y todas para una convivencia saludables y pacífica.
MPH. PAUL CASTELLANOS GARCÍA PSICÓLOGO Y MASTER EN PSICOTERAPIA HUMANISTA

Referencias
Bertalanffy, L. Von (1989). Teoría General de los Sistemas. México: Fondo de Cultura Económica.
Cuervo, Á. A. (2007). Familia y desarrollo: intervenciones en terapia familiar (1a. edición ed.). D.F., México: El manual moderno.
Espejel, M.E. (1997). Manual para la escala de funcionamiento Familiar. México: Universidad Autónoma de Tlaxcala.
Garza Elizondo, T. G. (2015). Trabajo con familias: abordaje médico e integral. Ciudad de México: El Manual Moderno.
González, A. M. (2008). MediSur. Recuperado 14 de Octubre de 2017 de La familia. Una mirada desde la psicología.
María Hilda Sánchez Jiménez, S. M. (2007). Lectura sistémica sobre familia y el patrón de la violencia. Manizales, Colombia: Universidad de Caldas.
Minuchin, S. (1984). Calidoscopio familiar. Barcelona: Paidós.
Ortuño, A. (2012). Familias Inteligentes. España.
Satir, V. (1980). Psicoterapia Familiar Conjunta”. México: La Prensa Médica Mexicana.
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